Mª José Carrero Viñas
Misión de Muisne.
"El
misionero es aquel que siente y vive el amor de Dios y por lo tanto comparte
ese amor con los demás".
"Todos somos misioneros, lo que cambia es el lugar donde anunciamos a Cristo ..."
"...son los pies de la iglesia, no por estar abajo sino por llevarla a todos lados".
Estamos en el mes de Octubre, en este mes celebramos
el DOMUND. Un día en el que recordamos a los misioneros de todo el mundo. Hoy
voy a responder a algunas preguntas como, qué es la misión.
La misión es anunciar el Evangelio de Jesús a quienes
todavía no lo conocen o no lo viven. Es llevar la buena noticia de que Dios nos
ama y está junto a nosotros y que nos espera la tarea de continuar la
construcción de un Reino donde Él
reinará y todos seremos hermanos y hermanas.
Cristo es vida, Misión es vivir a Cristo. Misión es
salir de nosotros y compartir nuestra vivencia de Cristo que nos envía: “Id y
predicad el Evangelio” (Mc 16,15). Es salir de uno mismo, de nuestras
limitaciones, de nuestro círculo familiar, social o parroquial, de nuestra
ciudad o país. Nuestra misión es en realidad anunciar desde y con la vida,
nuestra experiencia personal de Jesús y compartir o contagiar lo vivido.
Misión es mostrar a Jesús a quien no lo conoce. La
misión ha sido mal interpretada como enseñar teoría o datos históricos de
Jesús. Misión es sentirse responsable de todo aquel que no ha recibido la buena
nueva del Evangelio: Dios nos ama.
El Señor encargó esta misión a todos los suyos, Fue un
encargo a toda la Iglesia, que es su mismo cuerpo y que tiene que prolongar por
el mundo su misma vida. El bautismo hace de cada cristiano un misionero, un
enviado, un responsable de la salvación de toda la humanidad.
El misionero es aquel que siente y vive el amor de
Dios y por lo tanto comparte ese amor con los demás. Todos somos misioneros, lo
que cambia es el lugar donde anunciamos a Cristo: algunos en su propio país y
otros fuera de su país. Son los dispuestos a ir hasta los confines de la tierra
para anunciar la buena nueva del Reino y ayudar a los que viven y sufren la
injusticia del pecado (personal y social).
Son los valientes del Evangelio que le dicen sí a
Jesús y se dan a sus hermanos, Si somos auténticos cristianos, tenemos que ser
misioneros.
Son los “pies de la iglesia”, no por estar abajo sino
por llevarla a todos lados.
Hay que anunciarlo con mucha convicción y con mucho
entusiasmo. No anunciamos cualquier cosa: anunciamos la salvación, la vida
plena del hombre, aquí y para la otra vida. La convicción y el amor, eso sí,
nacen en el corazón que vive el evangelio, que vive a Jesucristo. Es esa convicción
la que nos ayuda a superar la tentación de la nostalgia por lo que se ha
dejado atrás, la tentación de vivir en
el simple lamento y la dura condena de todo y de todos, la tentación del
cansancio y del desánimo porque los empeños apostólicos no parecen ofrecer
ningún fruto. Porque Dios no defrauda nunca. Él
siempre recompensa muy generosamente todos nuestros esfuerzos.
Sin miedo: él estará con nosotros y pondrá las
palabras necesarias en nuestros labios. No estamos solos. El Espíritu Santo nos
acompaña y nos da fuerza siempre.
Con perseverancia: no tenemos que desanimarnos ante
las dificultades y ante la falta de resultados inmediatos. Lo importante es
sembrar, a otros les tocará recoger los frutos.
Con autoridad: Autoridad bien de autor, y esto quiere
decir que tenemos que llevar el evangelio como Jesús lo hizo, hablando con
autoridad, con nuestras propias vivencias, no sólo repitiendo lo que hemos aprendido y que no
entendemos o vivimos.
Para ser misioneros necesitamos el poder de la palabra
de Dios, la fuerza del Espíritu de Dios y el compromiso sincero y si estás interesado en salir al mundo a anunciar el evangelio, ponte en contacto con el
sacerdote o con algún grupo misionero, comunidad religiosa. La misión te
espera. ¡Atrévete a vivir una vida fascinante con Jesús!
Desde la misión, con mucha cariño,
Hna. María José
Misionera Comboniana.
Muisne