La
historia, un cortometraje de 15 minutos de duración, se centra en Hugo. Hugo es
un bebé africano que es arrancado de los brazos de sus padres justo antes de
que montasen en una patera. El niño, protagonizado por Javier Membratu, llega a
España desprotegido y se queda bajo la custodia de Mari Cruz, una monja de la Compañía
de Maria que dirige un grupo de niños de Infancia Misionera.
“He aprendido que la
tierra donde uno es totalmente feliz no es un lugar, sino la persona a quien se
ama”, concluye
el protagonista al final del relato.