Casi dos mil niños y acompañantes
se reunieron el pasado 22 de noviembre en Daimiel, convocados por la Delegación
Diocesana de Misiones de Ciudad Real, en una jornada festiva y misionera, con
el lema “Yo soy uno de ellos”, que inicia de este modo entre nosotros la
Campaña de la Infancia Misionera.
Los niños, procedentes de más de
cuarenta pueblos de nuestra diócesis, llegaron a Daimiel alrededor de las 10 de
la mañana, y fueron acogidos en la plaza del pueblo con cantos y alegría.
Después de la oración y las
palabras de bienvenida, repartidos en cinco grandes grupos identificados con
los colores de los cinco continentes: El amarillo de Asia, el Verde de África,
el rojo de América, el azul de Oceanía y el blanco de Europa, pasaron por todos
y cada uno de los cinco talleres preparados para conocer mejor la vida de los
niños del mundo, rezar por ellos, sentirse unidos a ellos, escuchar testimonios
misioneros, y conocer mejor el decálogo del niño misionero.
Con todo esto se nos fue haciendo
un poco tarde, y pasadas las dos y media dábamos buena cuenta de los bocadillos
que habíamos traído de casa, para pasar a continuación al Pabellón Ferial,
donde nuestro Obispo, D. Antonio, nos presidió la Eucaristía, concelebrada por
una veintena de sacerdotes que acompañaron todo el tiempo a nuestros niños.
Rebosantes de gozo y esperanza,
regresamos todos a nuestras localidades, con el compromiso de continuar
interesándonos por los misioneros, y por los niños con los que comparten su
vida, a quienes nosotros podemos ayudar, y de quienes podemos también aprender
muchas cosas para ser mejores cristianos y hermanos. Y quizá también con la
pregunta latente en nuestro corazón: ¿podré también yo
marchar un día a las Misiones, para ayudar a los niños del mundo?