05/10/2023

CORAZONES ARDIENTES, PIES EN CAMINO.

 

Damián Díaz Ortiz. Director diocesano de OMP Ciudad Real


           ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las escrituras?” (Lc 24, 32)

Aquellos dos discípulos regresaban a su aldea de Emaús tristes, desilusionados, desesperanzados, derrotados. Pero la palabra del desconocido compañero de camino les fue abriendo una luz, devolviendo la alegría, recreando su esperanza.

Por eso, cuando reconocieron a Jesús partiendo el pan, sus pies se pusieron de nuevo en camino para regresar a la comunidad de los discípulos y compartir la experiencia de la Resurrección.

La escena puede ser icono de nuestra sociedad y nuestra Iglesia actual: Nuestras comunidades se debilitan, crece el desencanto y el desinterés, acosados e incluso perseguidos en muchos lugares, tenemos la tentación de encerrarnos en los cuarteles donde nos sentimos seguros.

Pero Jesús nos sale al paso, nos llama torpes, nos explica una y otra vez el proyecto de amor de su Padre, se hace Pan para nosotros y nos manda a salir a los caminos para invitar a todos, especialmente los pobres, humildes y sencillos, a llenar la sala del banquete de nuestro Dios.

¿No arde nuestro corazón cuando leemos las Escrituras? ¿No nos faltan hermanos en el banquete de la Eucaristía?

Este fuego y este impulso es el que sigue empujando a miles de misioneros por el mundo. Ahora nos toca a nosotros unirnos a ellos y secundar su amor, su entrega y su servicio universal.