Entrevista diario Lanza.
RESPUESTA.-
No se puede trasladar a la opinión pública que el Papa es el presidente de una
multinacional. El Papa es el obispo de Roma cuya responsabilidad es el pastoreo
de la Iglesia universal y mantener en comunión a los más de 7.000 obispos del
mundo. Los obispos no competimos en
poder, sino en servicio en nuestras propias diócesis. La potenciación de
los medios de comunicación hace que en el mismo momento en que el Papa nos da
el mensaje de la Paz lo tenemos en el mundo entero a la vez. Eso le da a la
Iglesia una gran capacidad de comunión, aunque luego cada uno ponga sus matices
y sus acentos a los textos del Papa....
P.- Bueno, en ese aspecto la globalización
mediática ha venido bien a la Iglesia, que tiene vocación universal...
R.- Ha favorecido mucho,
pero puede dar la sensación de que somos todos repetidores y esclavos de lo que
el Papa dice, y no es así. Cada uno tiene que aplicarlo. Sabemos qué dice el
Papa y cómo lo dice, si lo dice para la Iglesia o para sus curas de Roma. El
Papa no es el emperador de la Iglesia, es el obispo de Roma, repito. En la
Iglesia el único indispensable es Cristo. Benedicto XVI se encuentra sin fuerzas
y ha decidido retirarse. No hay más.
P.- Pero la prensa
especula, los vaticanistas informan de las verdaderas razones, como
cuestiones que haya podido ver en el Vaticano y no haya podido resolver
...
R.- Hay muchos intereses internacionales con
un matiz de desprestigio de la jerarquía de la Iglesia, porque piensan que la
Curia vaticana o los obispos somos unos señores que estamos en la escalera del
poder. Mire, a mí me llamó el Nuncio apostólico y me dijo: váyase de obispo a
Teruel... Puede que haya alguno que esté tan loco que quiera ser cardenal o una
diócesis más importante...
P.- Pero ustedes son
también humanos y, pese a su compromiso inapelable con Cristo, pueden tener
“ambiciones”
R.- Después de 27 años
de obispo lo que veo es que todos somos apasionados por mejorar alguna faceta
de la Iglesia en función de dónde se venga, en mi caso del mundo del trabajo...
P.- Hay muchos medios que enfocan a la
Iglesia como un poder terrenal a batir, un poder con demasiada influencia... Y
sin embargo, llevan 2.000 años atravesando el tiempo con más de un enemigo...
R.- Creo que esa es la prueba del nueve,
porque si hubiera sido por intereses de poder, que los ha podido haber y que
seguramente los sigue habiendo (sacerdotes que quieran ser obispos porque
piensan que así gobiernan)... Pero los cristianos somos testigos de la fe y la
comunicamos donde quiera que estemos. No somos definitivos y pese a todo, la
cadena sigue, la sucesión apostólica sigue...
P.- El Papa dijo también
en uno de sus últimos Angelus que no había que utilizar a Dios en beneficio
propio. Si lo dijo, motivos tendría para decirlo...
R.- Claro, estamos en
Cuaresma. La tentación de Cristo: mira, todos estos reinos te daré si postrado
me adoras. La tentación del poder es inherente a todo ser humano. Y estamos en
Cuaresma y el Papa tiene que decir exactamente lo que dijo. Se utiliza a Dios
para ser presidente de una asociación o de una hermandad... y cada uno ve la
Iglesia desde su lugar concreto y corto, cuando estamos en condiciones hoy de
verla desde todas las caras. Si el Papado es un poder, que no lo es, Benedicto
XVI ha renunciado a él. El Papa no buscó votos para que los cardenales lo
eligieran.
P.- También pidió a la
Iglesia renovarse, ¿qué sentido tiene esa petición de renovación en una institución
como la Iglesia?
R.- A este Papa le ha
tocado celebrar un Sínodo sobre la trasmisión de la fe. ¿Cómo se explica en dos
palabras la vida de la Iglesia? El Concilio Vaticano II decidió que cada
dos, tres, cuatro años haya un sínodo, es decir, un Concilio reducido en el que
se discute un asunto de interés para la Iglesia. El Papa proclamó el Año de la Fe precedido por las
encíclicas de la Caridad y la de la Esperanza. Ecclesia est semper reformanda, la Iglesia siempre está en
permanente renovación. ¿De la doctrina? No. En que los hombres cambiamos pero
Cristo resucitado es infinito, es Dios. El Papa ha insistido en su
documento Porta Fidei, en que una
renovación de la Iglesia es cómo vivimos los contenidos de la fe los de dentro.
Una de las causas del ateísmo es la falta de testimonio de los cristianos.
P.- También se habla
ahora de una crisis moral, ¿se detecta esa devaluación moral desde la iglesia?
Y, por otro lado, ¿no es en tiempos de crisis donde puede rebrotar de nuevo la
semilla de la fe?
R.- Eso ya lo dijimos
en el año 2008. Ahí están mis cartas en ‘Con vosotros’. Un político de alto
nivel de la comunidad me dijo que qué era eso de hablar de corrupción. Como la
palabra corrupción sólo se entiende en relación con los dineros le tuve que
aclarar que hablaba de corrupción de costumbres. Que permanentemente unos
jóvenes se emborrachen los fines de semana es una corrupción de las costumbres
que inhabilita a esa persona para el bien común. Lo dijimos en 2008 y nos
pusieron verdes: tardamos en reconocer la crisis económica y hemos tardado en
reconocer la crisis de valores. Ahí es donde le aprieta el zapato a Europa.
P.- Pero, insisto, ¿no
es a la vez un reto para ustedes?
R.- Evidentemente. Hoy
ya se está dando una sana envidia viendo al cristiano vivir de otra manera,
matrimonios felices con cuatro o cinco hijos, o nuestras parroquias llenas de
voluntariado, como los de Siloé, que trabajan para que un drogadicto pueda ir
al médico. Eso llama la atención porque no es un voluntariado para un momento,
es un voluntariado permanente. Y ganan un sueldo que nadie se cree: lo hacen
gratis
P.- Y eso también es Iglesia, ¿no?
R.- Para muchos cristianos, las actividades
religiosas entran dentro del campo del ocio. Hace tiempo que vengo dándole
vueltas a esto. Igual que me voy a cazar voy a misa, que es cuando tengo
libre... O las procesiones, o un rato en la iglesia. El cristiano tiene que
pensar que la práctica de su fe debe tener la intención de transformar la
realidad. O la propia vida, o cómo contribuir a mejorar la sociedad en la que
vivo, si no es así la actividad religiosa no tiene más valor que el ocio.
Hombre, estar en misa siempre es mejor que otra cosa.
P.- La Iglesia es seguida por muchos,
tolerada por otros. Y atacada, también. ¿Por qué cree usted que la Iglesia
despierta esos furibundos ataques?
R.- España después de la Transición ha vivido
momentos de regresión, y hemos acentuado más lo que nos separa que lo que nos
une. Y la Iglesia entra en el paquete. La Iglesia no apoya a ningún partido
político, en este país se tiene por deporte que la Iglesia está del centro a la
derecha. Y además es barato meterse con la Iglesia, no llevamos a nadie por
calumnias ante el juez. Con otras religiones no pasa lo mismo porque te juegas
el cuello. Esto es un fenómeno muy español, sí es verdad que en Europa hay
lobbies laicistas muy influyentes, pero plantan cara a todas las religiones.
P.-¿No cree que los
casos de pederastia contribuyen a darle armas a los enemigos de la Iglesia?
R.- Me he interrogado
mucho sobre por qué TVE, en el telediario durante estos años de atrás, ha
estado abriendo con las noticias de pederastia de Norteamérica y de Irlanda. No
deja de sorprender que le interese tanto a TVE que se supone independiente, sin
decir el número total de sacerdotes que hay en EEUU o de Irlanda con respecto a
los casos de pederastia a lo largo de los años. Si hubiera habido en España
casos abundantes, nos habríamos enterado, ¡pero bien enterados! Es una falta de
respeto democrático, si uno tiene la manía de ser cristiano, usted no tiene por
qué ofenderse. Nosotros decimos cuál es nuestra moral, si usted tiene una
contraria ejérzala, pero a nosotros déjenos en paz. Pero no podemos defender el
aborto, ¿se puede decidir por mayoría parlamentaria cuando un feto es un ser
humano? Claro, eso nos posiciona. Ustedes no tienen derecho a decidir cuándo
empieza la vida humana o que eso dependa de quién gane unas elecciones.
P.- Quizá sea la
dicotomía entre César y Dios, llevada al extremo...
R.- Con la excusa de
que hay que legislar para las minorías, lo cual es un error de fundamento, se
está diciendo que todo lo que haga una minoría es válido para la mayoría. La
Ley de Matrimonio homosexual ha dejado a los matrimonios fuera de la ley porque
no se dice nada de esposo o esposa sino cónyuge A o cónyuge B. Una ley de
minorías afecta a la mayoría. Una torpeza política.
P.- Ha habido, con todo,
más de 7 millones de creyentes que han puesto la x en la casilla de Hacienda...
Pero a esto ustedes lo llaman referéndum anual
R.- Una precisión: creyentes
y no creyentes. Somos la única institución sometida a referéndum anual,
efectivamente. Y eso me parece injusto. Que dependa la x de que se me olvide o
no. Bastaría una carta a Hacienda para decir póngame la x siempre. Ningún
partido acepta esta reforma...
P.- Pero ese hecho del
escrutinio anual también es positivo...
R.- Todo tiene sus
aspectos buenos, pero no se olvidará que ya nadie hable del IBI porque lo de
pagar o no el IBI era común a otras instituciones. Pero se montó la campaña
justo cuando estaba la declaración de la renta en marcha. Más claro, agua.
P.- Usted tiene fama de ser un obispo
social...
R.- Todos tenemos
nuestra extracción social. He estado en el mundo del trabajo siempre. Me he
educado en ello. Esta Diócesis ha sido siempre sensible al mundo del trabajo.
Esta tarea ya venía haciéndola la Diócesis con Rafael Torija. Nuestra
feligresía está manteniendo obras sociales importantes...
P.- Usted reclamó a la
Junta el dinero que les adeuda para proyectos como la red de los sin techo o
Siloé. Cáritas ha emprendido una campaña al respecto. ¿La sociedad civil de la
provincia responde a sus llamadas?
R.- La sociedad de
Ciudad Real es mayoritariamente católica y es la provincia que más porcentaje
tiene de x en la declaración de la renta, un 54 por ciento, muy por encima de
la media nacional. Pero como nuestras rentas no son muy altas, los dineros son
menos. Ciudad Real es muy cristiana en el fondo, a lo mejor luego es más de
patrón o de procesión que de vida diaria, pero es extraña la parroquia que no
esté bien organizada. Sólo nos nutrimos de nuestros medios. Se olvidan de que
cuando un preso o un enfermo es atendido por el Estado, se está pagando un
servicio, es cuestión del derecho del ciudadano. Ese dinero no viene a la
Iglesia. Cuentan las plazas concertadas en las residencias, los colegios, pero
éstos no hacen nada contra el bien común. Si todo eso se ubica como dinero que
va a la Iglesia, se exagera.
P.- La juventud es
vital para la Iglesia, pero hay un perfil contradictorio sobre ese colectivo.
R.- La juventud es el
colectivo menos homogéneo de la sociedad, pero los intereses comerciales dan
como realidad que todos los jóvenes son iguales para venderles lo que sea. Hay
jóvenes cuyas vidas no tienen nada que ver con el Madrid Arena o con el
botellón habitual y son jóvenes tan despachados como cualquiera. Nuestra
Diócesis tiene un fututo importante en los jóvenes como demostraron en la
preparación de la acogida de los más de 15.000 jóvenes que vinieron en la JMJ.
P.- Volvamos al Vaticano para acabar. Hay a
quien le parecería sorprendente un Papa negro...
R.- ¿Por qué extrañarse?
Las cristiandades de África, de América o de la India son comunidades
cristianas en grado heroico, perseguidas. Esas cristiandades nos dan sopa con
honda en vitalidad cristiana. A mí no me parte la cara nadie cuando salgo a la
calle, pero al obispo de Chad lo echó su gobierno. Si es un cardenal que se ha
jugado el tipo por Cristo, no solo no me extrañaría nada, sino que me gustaría
un montón. Este no ha venido con la escalera, este ha dado la vida por Cristo
como ha sido desde Pedro. Teniendo oídos para oír no oyen, teniendo ojos para
ver no ven, como dice el Evangelio. Pero me gustaría que saliera el cardenal
turolense con el que tengo más amistad (bromea).
P.-
¿Y de las profecías que dicen que estamos ante el último Papa o incluso ante el
Antipapa?
R.- Si la Iglesia cobrara el copyright de
todos los que viven a costa de la Iglesia desde fuera de ella, entonces sí que
tendríamos todo ese dinero que dicen que tenemos. Hay mucha falta de formación.
Se está produciendo lo que dice el salmo: Señor, que no me olvide de ti en la
prosperidad porque en la necesidad recurriré a ti. En España nos hemos olvidado
de Dios en la prosperidad y ahora, en la necesidad, mucha gente saca lo mejor
que tiene. Ojalá y esto sirviera para formarse mejor y no conformarse con
cuatro teorías de predicadores baratos.