Desarrolla métodos de atención pioneros en su época Atención integral a la persona necesitada respetando su dignidad y defendiendo sus derechos.
Su conversión se produjo a partir de un sermón de San Juan de Avila.
Vivió en el siglo XVI. No fue teólogo, ni sacerdote, ni ocupó puestos de relevancia
social, política o eclesiástica y sin embargo fue una de las grandes figuras
que ayudaron a renovar la Iglesia católica. Lo fue porque hizo visible como
nadie el amor y la misericordia de Dios con los pobres, enfermos y necesitados,
hasta desvencijarse por ellos. Su vida fue el reflejo exacto del Buen
Samaritano, que en nuestro mundo sigue siendo tan necesario. Su mensaje, su
espíritu y su testamento para nosotros en la actualidad, es el testimonio de su
propia vida y de su persona, que no solamente hemos de recordar y admirar, sino
que sobre todo hemos de seguir”.
“Celebrar la memoria de nuestro Fundador en el tiempo
que nos toca vivir es sobre todo una llamada para todos sus hijos a ser, como
él fue, testigos de la hospitalidad. Lo hemos de ser con su propio estilo,
desde el servicio y la entrega diaria, siendo los buenos samaritanos de nuestro
tiempo. Él no planeó estrategias para darse a conocer, solo vivió y sirvió por
amor a Dios. El mundo y la Iglesia esperan de nosotros, de cada uno de los que
formamos la Familia de San Juan de Dios, seguir viendo testigos de la
Hospitalidad”.
Tras recordar las dificultades que también sufrió San
Juan de Dios – quien decía: “me encuentro en gran dificultad... ya que tanto
las deudas como los pobres aumentan sin cesar...” – el superior general de los
Hermanos de San Juan de Dios señala que “lo que él vivió se ha repetido con frecuencia
a lo largo de la historia de nuestra Orden y sigue siendo así en muchas partes
del mundo, especialmente en estos momentos en los que la crisis financiera
mundial afecta a muchas de nuestras Obras”.
La Orden de San Juan de Dios cuenta en la actualidad
con 1.142 hermanos y están presente en 53 naciones y su labor, centrada en el
campo de la salud y el cuidado de los más necesitados, la llevan a cabo a
través de 334 obras apostólicas.