La misionera
española en Argentina, Mercedes García Lobato, de la Fraternidad Misionera
Verbum Dei, comparte su sorpresa y alegría por la elección del Papa Francisco.
…Se
vislumbra una Iglesia más cerca del pobre, más Concilio Vaticano II, una
Iglesia de comunión. Esta es mi mirada. Es una persona desprendida de tanta
materialidad que nos come.
Es muy
emocionante, pues todo el pueblo de Dios se alegra: los de la villa 31 (chabolas),
lo conocen de cerca (nombro esta porque es la más cruda), y sólo comentaban:
‘Estuvo celebrando Misa con nosotros, estuvimos con él… A mí me lavó los pies
un Jueves Santo…’. Hoy me decía un sacerdote que trabaja en la cárcel, que
cuando salió la fumata blanca, se sentaron con los presos con los que van
trabajando, y los guardias, pusieron la TV, cuando salió el Cardenal Bergoglio
como Papa, no lo podían creer, estaban emocionados: ‘a mí me confirmó’, decía
uno, ‘a mí me confesó’, y así.
Me encantó
que pidiera al pueblo su oración para que Dios lo bendiga. Esta es la Iglesia
de Cristo, una Iglesia en la que todos somos servidores, desde el lugar y cargo
que ocupemos. ¿No les encanta la idea?
Es un hombre
muy querido. Estamos muy contentos, y hay que rezar para que tenga un corazón
abierto para todos, pues se necesita que la Iglesia sea para todos. Nadie es
santo por ser pobre, ni demonio por ser rico, todos tenemos que hacer camino de
conversión, cada uno de nuestras debilidades y pecados. Caminemos juntos todos,
aprendamos a ser hermanos. Oremos por Nuestro Sumo Pontífice Francisco, como lo
hicimos por todos sus predecesores.