Capellán Ancón II. P. Angel García
La
laica madrileña, Mercedes López, recibe
la insignia y diploma de la Santa Sede de Roma por su trabajo en la Pastoral
Penitenciaria en el Callao.
Ayer viernes, 26
de abril a las 8 de la noche, en la
catedral del Callao se realizó la ceremonia de la Diócesis de entrega de reconocimiento por parte de la
Santa Sede de Roma a los sacerdotes y laicos reconocidos por su gran labor a
favor de la diócesis del Callao.
Nuestra querida hermana Meche, coordinadora del modulo de extranjeros en
Ancón II, fue también reconocida
públicamente por su gran labor que durante 22 años viene realizando en el penal
Sarita Colonia del Callao como Coordinadora de la Pastoral Penitenciaria. Se
leyó una breve reseña de su vida, de su llegada a Perú por los años 80 y su
dedicación plena y a tiempo completo a los internos del penal de Sarita
Colonia.
La hermana Meche compartió
desde la sede de la catedral del Callao su testimonio desde su llegada al Perú el 17 de Noviembre de 1981:
“Mons
Durand entonces Obispo del Callao y al que conocí en España, me invitó a
trabajar en las obras que él llevaba en el Callao. Trabajé en Juventudes y
después más de 10 años como Sub-Coordinadora en Caritas Callao, pero siempre
hasta la fecha en el Obispado……En el año
1982, tuve la oportunidad de acompañar a una religiosa a la cárcel de mujeres
“Santa Bárbara” por Alipio Ponce. donde se encontraban recluidas unas sesenta
internas acusadas por el delito de terrorismo. Tiempo después participe de un oficio
religioso en la cárcel, el cual fue
dirigido por Mons.
Sebastiani, esta experiencia ya marco mi vida en esta vocación de servicio
a los hermanos privados de libertad. Tiempo después, en el año 1991 llegue
al penal de Lurigancho por un caso social y me quede colaborando allá como agente pastoral en los pabellones 3
y 5. Durante 5 años
Cuando en el año 1995 se
inauguro el penal del Callao y el Obispado asumió la labor Pastoral en el penal yo fui nombrada por Mons Durand Coordinadora Responsable de esta Pastoral a
nivel diocesano cargo que asumo hasta la fecha. Cabe resaltar que en este penal
tuve y tengo cada día la ocasión de
reafirmar mi verdadera vocación en este servicio al cual Dios se digno llamarme.
En el año 2005 se me encargó
la responsabilidad de coordinar y acompañar el proyecto de la Casa de Acogida
en la Perla. Responsabilidad que asumo hasta la fecha.
Mi servicio en el penal ha
cambiado mi forma de vivir, mi vocación misionera y sentir a Dios, eso es
debido a las experiencias que veo y que los chicos me cuentan, y como les digo
a ellos: Dios es el Dios de siempre, de la nueva oportunidad, para el cual nada
hay imposible. Como dice el apóstol
Pablo: “Todo lo puedo en aquel que me conforta y me fortalece”