Eustaquio Camacho, Delegado Diocesano Pastoral Vocacional. Damián Diaz, Director Diocesano de OMP.

Feliz
decisión, porque una no menoscaba a la otra, sino que se complementan:
Agradecemos a Dios el regalo de la Vocación a la vida sacerdotal y religiosa en
su Iglesia. Y continuamos pidiendo que surjan también hoy jóvenes vocaciones en
las distintas comunidades cristianas. Al tiempo que esperamos la generosa
respuesta de los llamados.
Y es justo
en este punto donde las jóvenes comunidades cristianas de los países de Misión
nos dan un testimonio que puede ser fecundo en nuestras Iglesias de antigua
cristiandad: Chicos y chicas que experimentan sobre sí la mirada apasionada de
Jesús, que sienten con El la pasión por el Evangelio, y que desde la compasión
por su Pueblo responden con ilusión y generosidad.
Y nosotros,
además de orar por las vocaciones, desde el agradecimiento por el testimonio y
la responsabilidad, porque no se pierda ni una de las vocaciones que Dios
suscita y que se ve correspondida, colaboramos también económicamente a la
formación de los Seminarios y Noviciados de los países de Misión.