07/03/2017

¡QUE DIOS TE BENDIGA, JUAN ANTONIO!.

Nuestra diócesis de Ciudad Real continúa enviando misioneros. Este domingo ha sido el turno de Juan Antonio López Manzanares, que marcha el próximo miércoles a República Dominicana, a colaborar con el Servicio Jesuita para Inmigrantes, en favor de los inmigrantes haitianos, a través de la organización OCASHA-Cristianos con el Sur.
Juan Antonio ya estuvo una temporada como misionero seglar en Perú, diócesis de Yurimaguas. Luego regresó para acompañar a su familia durante unos años. Ha colaborado en este tiempo con Mancha Acoge.
Ahora, decide de nuevo volver a misión, y su parroquia Nuestra Señora de Altagracia de Manzanares le ha preparado el envío en nombre de la Diócesis. Nuestro Obispo no pudo presidir la ceremonia del envío, y mandó a su Delegado de Misiones, Damián Díaz.
La ceremonia fue emotiva, y en la homilía Juan Antonio pudo compartir a preguntas de delegado los motivos de su vocación y su misión, así como detalles del trabajo que va a realizar.

ENVÍO MISIONERO

Monición: Vamos a asistir ahora al rito del envío misionero que es un modo particular de expresar que no se actúa  en nombre propio, sino en nombre de toda la Iglesia que es quien nos envía a evangelizar.
PRESENTACIÓN

Delegado DM: “Acérquese el que va a recibir la misión de evangelizar”.
(El misionero se pone en pie)

Delegado DM: JUAN ANTONIO LÓPEZ-MANZANARES MASCUÑANA: Dios, nuestro Padre, reveló y realizó su designio de salvar al mundo por medio de su Hijo hecho hombre, Jesucristo, quién confió a su Iglesia la misión de anunciar el Evangelio a todas las personas.
Tú, desde la misión, no actuarás en nombre propio, sino en nombre de la comunidad que te envía; tienes por tanto, una misión muy importante que cumplir: ser prolongador del mensaje de Jesús. Cuando enseñes la Palabra de Dios a los demás, no olvides, dócil al Espíritu, escucharla tú y madurarla en tu corazón. Que tu vida sea siempre testimonio de Jesús dentro de la Comunidad Cristiana en la que te encuentres.
COMPROMISO

Delegado DM: ¿Aceptas la misión de ser testigo del Evangelio, sirviendo a la Iglesia Universal en su tarea evangelizadora?

Juan Antonio: Sí, acepto.

Delegado DM: ¿Estás dispuesto a cumplir responsablemente tu misión como Misionero Diocesano de Ciudad Real, a través de OCASHA-Cristianos con el Sur?

Juan Antonio: Sí, estoy dispuesto.

Delegado DM: Recibe entonces la Luz de Jesús. Esta es tu misión, ser Testigo de la Luz de Jesús. Mantente siempre unido en el Amor del Señor.

GESTO
(El misionero enciende ahora una vela con el fuego del Cirio Pascual. Así recuerda públicamente que Jesús le envía a ser Luz dentro de la comunidad para disipar las tinieblas)

BENDICIÓN

Monitor: Todos somos testigos de la fe de este misionero que va a asumir la tarea de evangelizar. Oremos para que el Señor derrame sobre él su luz y su gracia y que le ayude a perseverar en la fe que ha confesado y en la promesa que ha hecho.

Delegado DM: “Oh Dios, fuente de toda luz y origen de todo bien, que enviaste a tu Hijo único, Palabra de vida, para revelar a los hombres el misterio escondido de tu amor. Bendice (+) a este hermano nuestro, elegido para comunicar el mensaje del Evangelio. Concédele que al meditar asiduamente tu Palabra, se sienta penetrado y transformado por ella y sepa anunciarla con toda fidelidad a sus hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor,
Todos: Amén.
Delegado DM: Obediente al mandato de Cristo y confiado en la gracia del espíritu, ve y anuncia el Evangelio a todos los hombres en nombre de la iglesia.

FIRMA DEL COMPROMISO.



También se vio arropado por un buen número de compañeros de OCASHA que han estado anteriormente en misiones.  Mª Carmen, Pilar, Vicente e Inma con su pequeño hijo,  Julián  y Mari Paz con su familia,
Damián, el presidente de OCASHA Ramiro  Faulí y Secretario Chema. 

Le deseamos a Juan Antonio un buen trabajo. Seguro que, como decía él, será feliz en su misión, y podrá hacer un poco más felices a aquellos que se ven obligados a abandonar su casa y su país a causa del hambre y los desastres naturales.
¡Que Dios te bendiga, Juan Antonio!