Sacerdote diocesano y miembro del IEME.
Soy Amadeo, de la diócesis de
Ciudad Real, donde cursé mis estudios y mi formación. También en aquellas tierras
manchegas fue donde me ordené sacerdote y di mis primeros pasos como cura
rural, concretamente en la comarca de Almadén, tierra entrañable, hermosa en
sus gentes y temperamento, pero también dura como el cinabrio.
Después de casi nueve años en
aquellos pueblecitos, y teniendo como cauce al IEME, estuve otros nueve años en
la República de Dominicana, en la diócesis de Barahona; posteriormente se me
invitó, desde la Dirección General del
IEME, a hacer un servicio a la Iglesia Española y ser instrumento de
animación misionera. A ese trabajo estoy dedicado ya casi dos años.
El pasado 11 de abril, renové mi
compromiso como asociado con el IEME, por otros 5 años. Es la segunda vez que
lo renuevo, y lo hago sabiendo que este compromiso me sigue implicando en la
tarea de la Iglesia de ir por todo el mundo anunciando la Buena Nueva, incluso
en estos momentos en los que estoy haciendo un servicio de animación misionera
desde el EFAM.
No es fácil llevarlo a cabo en
una cultura y espiritualidad tan individualista y personalizada, donde se
prescinde en muchos casos del sentido universal que pide y exige una
implicación no sólo solidaria sino con un sentido de fraternidad. Pero se
descubren siempre semillas de esperanza y alegría, con sus nombres y rostros
concretos, en muchos sitios de nuestra Iglesia española, en sus seminarios,
ciudades y pueblitos.
Gracias os doy a todos por seguir
confiando en mí para esta tarea, hermosa, pero también difícil, de la animación
misionera, y de hacerlo en nombre del IEME