La Delegación Diocesana de Misiones de Ciudad Real se une a las doce instituciones misioneras,
que han emitido el siguiente Comunicado para la Opinión pública, con motivo de la
celebración del día del Domund.
Los
abajo firmantes, responsables de institutos específicamente misioneros, con
motivo del Día del DOMUND 2014, queremos reafirmar que Renace
la Alegría y decir también una palabra de esperanza.
Es obvio
para todos que este año en España el DOMUND ha recibido sobre sí una sombra de
tristeza y de dolor: la muerte –a causa del ébola- de los misioneros de S. Juan
de Dios Miguel Pajares y Manuel García, y la contaminación de
la auxiliar de enfermería Teresa Romero
con la misma enfermedad, ha golpeado a la sociedad española y a las comunidades
cristianas de nuestro país.
Sea
nuestra primera palabra de reconocimiento
y gratitud por el testimonio de los dos misioneros muertos y por los muchos
más que han decidido quedarse al lado de todos los enfermos de ébola en África.
Así mismo, por el ejemplo de entrega y servicio de Teresa, que se ofreció
voluntaria para atender a los dos primeros. Queremos solidarizarnos
especialmente con ella, ahora que se nos dice que “ha bajado la carga viral y
sus órganos mejoran”. Esperamos su total recuperación y rezamos por ello.
Y nos solidarizamos con todos los
trabajadores de salud que han puesto y siguen poniendo su profesión, sus
conocimientos y su dedicación a una causa tan noble como es frenar el azote de
esa enfermedad aquí y, sobre todo, en los países más afectados.
Vaya nuestro
reconocimiento a todos -creyentes y no creyentes- los que entregan su tiempo y
sus vidas en defensa de la de los demás y buscando otro mundo posible: más
justo, equitativo y solidario.
En el
mismo sentido reconocemos y agradecemos las voces que en la sociedad española
han llamado la atención sobre los graves problemas que aquejan a muchos países
que –a causa del empobrecimiento y sus consecuencias- se ven condenados a ver
morir a muchos de sus hijos “antes de tiempo”. Esa sensibilidad nos honra a
todos, como personas y como creyentes (quienes lo seamos).
Denunciamos, eso sí, que un importante
sector oficial y de la prensa hayan centrado sus críticas en la “posible
irresponsabilidad de Teresa” en el contagio. También es indigno que no se
reconozca y valore, por encima de todo, su actitud de servicio, su entrega y su
sacrificio en un trabajo arriesgado.
Así
mismo, lamentamos que otro sector de
la población (incluso autoridades) haya dado reiteradas muestras de egoísmo,
individualismo y cerrazón, con una exagerada preocupación sólo por “nuestros”
problemas – por nuestra seguridad - y olvidándose totalmente de los países que
más sufren el ébola y, por supuesto, otras enfermedades y lacras que causan
diariamente muchos miles de muertes. Muy acertadamente alguien ha dicho que
esas personas se preocupan “más que de salvar a los pobres, de salvarse de los
pobres”, levantando todo tipo de muros y barreras que nos aíslen y los aíslen.
En un mundo globalizado eso ya no es posible: ¡o nos salvamos todos o juntos
pereceremos!
Por eso exigimos a nuestras autoridades y
líderes políticos que cumplamos, como es de justicia, los acuerdos firmados y
los compromisos pactados de colaboración al desarrollo (estamos muy lejos de
hacerlo) y que, incluso, los superemos generosamente.
Todos nos beneficiaremos a mediano y largo plazo.
Pedimos
una ayuda más efectiva a los países que están ahora siendo más duramente
golpeados por el ébola y que las promesas de solidaridad de los políticos no se
queden en palabras vacías y oportunistas… El continente africano lleva decenios
siendo saqueado, es hora de establecer otras relaciones comerciales justas y
respetuosas. Constatamos con dolor la rapidez con que se constituyen
coaliciones para hacer la guerra y la lentitud para la acción por la justicia y
la paz.
Como
consecuencia de todo lo anterior, nosotros, acostumbrados a ser acogidos y
recibidos por hermanos de otros pueblos, razas y culturas, reclamamos a autoridades y resto de la sociedad española que
tratemos con toda la dignidad que se merecen a los emigrantes que han dejado su
patria y su familia –sólo Dios sabe con cuánto sufrimiento detrás- buscando una
vida un poco mejor.
Madrid, 19 de octubre, día del
DOMUND 2014
Firmantes:
Misioneras
de Ntra. Sra. De África
Misioneras
de la Consolata
Misioneras
Combonianas
Misioneras
Dominicas del Rosario
Misioneros
OCASHA – Cristianos con el Sur
Misioneros
Espirítanos
Misioneros
de la Consolata
Misioneros
del IEME
Misioneros
Combonianos
Misioneros
de África (Padres Blancos)
Misioneros
Javerianos
Misioneros
de Mariannhill