Juan Antonio Manzanares . Misionero de Ocasha en República
Dominicana
Hace poco más
de dos meses, en Manzanares, se realizó la ceremonia de mi envío misionero. Mi
nombre es Juan para unos y Juan Antonio para otros, pero él mismo para todos.
Quería que me conocierais por estas líneas y que por ellas compartierais
conmigo esta nueva aventura misionera que comencé el día 10 de marzo.
Anteriormente tuve otra experiencia misionera, estuve trece años en la selva
amazónica peruana, en Yurimaguas, en un proyecto de radio educativa. Ahora en
mi segunda experiencia se me ha dado la oportunidad de trabajar en Jimaní en el
Servicio Jesuita con Migrantes y Refugiados. Jimaní es una localidad fronteriza
con la vecina Haití, es una zona de paso de migrantes y de comercio binacional,
con toda la problemática que estas localidades presentan en la violación de los
derechos humanos y el abuso contra personas en situación vulnerable. Nuestro
trabajo aquí es velar por los derechos de los más débiles, acompañarlos es sus
necesidades y favorecer el entendimiento entre la población autóctona y la
población foránea. Se trata, por lo tanto,
de trabajar la sensibilización en la igualdad y en la acogida al migrante, así como
en la responsabilidad de éste en integrarse lo mejor posible en la sociedad
receptora. El Servicio Jesuita cuenta con un equipo multiprofesional compuesto
por una abogada y educadora, un promotor de jóvenes y de dominicanos de ascendencia
haitiana bilingüe, un promotor de acompañamiento territorial que es abogado y
periodista, y un administrador, cada uno
tiene un área de trabajo concreto, pero juntos conforman un mismo órgano de
trabajo que hace frente de forma conjunta a la labor de la defensa de los
derechos humanos. Todos son dominicanos y de la zona, mi trabajo es coordinar
con ellos todo el trabajo que realiza el Servicio Jesuita desde una mística de
Iglesia Universal y de opción preferencial por los más pobres.
Ahora mismo
estamos metidos en un proceso, a nivel nacional, de lucha contra la corrupción
y la impunidad. La realidad política de República Dominicana se ha visto
colapsada por el descubrimiento de una serie de actividades fraudulentas por
parte de las autoridades que ha hecho que el pueblo dominicano no pueda
continuar en silencio ante este comportamiento. Desde hace meses se ha creado
espontáneamente un movimiento, desde todos los sectores de la población, la
MARCHA VERDE que mediante manifestaciones, protestas y demandas quiere que se
acabe con la corrupción y la impunidad imperante en el país. Desde el Norte
hasta el Sur y desde el Oeste al Este de la Isla se han dado muestras pacíficas
y ordenadas de querer que desde el gobierno se trabaje por la transparencia, el
bien común y la justicia. La respuesta del gobierno ha sido de tachar de
traidores y sediciosos a los que siguen el movimiento y de ser un grupo
politizado y cuyo único objetivo es derrocar al presidente actual, Danilo
Medina. Nada más lejos de la realidad, lo que se busca es esclarecer los hechos
y que los responsables, sean quien sean, rindan cuentas ante la justicia.

Nuestro
Servicio colabora con las personas, organizaciones y asociaciones que luchan
por la justicia social y, por tanto, estamos teñidos de verde desde Jimaní.
Hemos participado en la llevada de LA
LLAMA VERDE por todo el país, una antorcha que quiere ser símbolo de la
esperanza que todos los dominicanos tienen por conseguir acabar con la
corrupción y la impunidad. Y el día 21 de mayo LA MARCHA VERDE llenará de
esperanza las calles de Azua, ciudad centrica del sur del país, donde se
manifestará la población.
Mi labor es
acompañar este y otros procesos de esta índole, colaborar con el bienestar
general de la población en la zona fronteriza, a veces con luchas locales y
otras veces en movimientos nacionales, promoviendo el estado de derecho y,
específicamente, las relaciones interculturales binacionales.
Yo aún me encuentro en la fase de ver, de
observar y de tener los ojos abiertos a una realidad que hasta hace poco tiempo
me era totalmente desconocida. Poco más puedo decir sin caer en el error de
hacer juicios sin elementos para ello. Espero conocer un poco más y compartirlo
con todos, pero eso tomará un tiempo y todos tendremos que esperar.