27/10/2017

FORMANDO EQUIPO EN JIMANÍ.

El día 10 de septiembre hace seis meses que estoy en República Dominicana. Mi nombre es Juan Antonio, soy miembro de OCASHA-Cristianos con el Sur y misionero de la diócesis de Ciudad Real, nací en Manzanares. Quizá ya conozcáis algo de mis andanzas, pero hoy quiero centrarme en contar, después de este espacio de tiempo, lo que verdaderamente he descubierto que voy a hacer en estos tres años de misión en Jimaní. El proyecto que me trajo al sur de Dominicana es un Centro Social de los Jesuitas que trabaja con migrantes en esta zona. No es un proyecto nuevo, este centro lleva laborando muchos años y con resultados muy satisfactorios en el ámbito de la defensa de los Derechos Humanos y en la Promoción y Protección del Medio Ambiente. Las líneas de trabajo están claramente definidas y las metas trazadas. Lo que se nos ha pedido es que establezcamos un equipo autóctono que dé continuidad al proyecto. Anteriormente se ha trabajado con personas muy valiosas, pero casi siempre eran personas de fuera, ya de otros países como de otras partes del país. Bien, ahora se ha apostado porque yo sea el único que forastero en un equipo netamente de Jimaní, y que  mantengamos el nivel y la eficiencia en el trabajo. Éste es el reto y lo hemos asumido. De momento somos tres trabajando y dos apoyando en calidad de aprendizaje. Tenemos en el Centro una abogada, Rosaidy, que atiende todo lo que es el trabajo de asesoramiento legal a personas migrantes y a grupos de migrantes de Jimaní y las localidades aledañas (Boca de Cachón, Tierra Nueva, El Limón y Bartolomé), además organiza talleres de temas sociales (Derechos Humanos, Interculturalidad, Mediación de Conflictos, Autoestima,…), de herramientas organizativas y de incidencia. Todo enfocado a conseguir que los migrantes se integren en la sociedad dominicana y sean un aporte para el desarrollo de las poblaciones fronterizas. También contamos con un psicólogo en ciernes y bilingüe (castellano-creyol), Yasmani, que atiende todo el trabajo de formación con jóvenes y con la población dominicana de ascendencia haitiana, en la misma línea de defensa de los Derechos Humanos, la Participación Social y la Promoción y Protección del Medio Ambiente, pero con la peculiaridad de que sean la población más joven la que se empodere de los procesos de cambio en la sociedad dominicana. Ahora vengo yo como coordinador y administrador del Centro. Mi trabajo principal es mantener el equipo unido y dentro de los objetivos que marcan nuestra misión. Las últimas adquisiciones han sido dos jóvenes mujeres bilingües, Jivena y Camila, la primera está estudiando matemáticas y la segunda enfermería. Jivena nos van a apoyar en la administración y Camila en la formación de los grupos de migrantes. Es un bonito trabajo, pero lo que tenemos que comprender cada uno de los que conformamos el equipo es que somos hoy parte de este equipo, pero que ello no quiere decir que tengamos que perpetuarnos en él, y que siempre tenemos que hacer nuestro trabajo con eficiencia, pero sin ser imprescindibles y dejando siempre nuestro lugar cubierto y funcionando.