23/11/2017

UNA FIESTA MISIONERA EN LA SOLANA.

 La Solana se llenó de niños de la Infancia Misionera que, con el lema «Atrévete a ser misionero», celebraron su jornada diocesana.

La acogida se celebró en la plaza Mayor, decorada con distintas pancartas referentes a las misiones y a los continentes. Después, los niños se repartieron por grupos para trabajar por talleres gracias a los más de ciento setenta voluntarios, muchos de La Solana. En cada una de las actividades, a través de juegos y dinámicas, los niños pudieron disfrutar y aprender en torno al lema de la jornada de este año: «Atrévete a ser misionero».
 
Para la comida, todo el grupo se reunió en la plaza de toros. Después, un grupo de voluntarios disfrazados de Cantajuegos, hizo bailar a todos los participantes con canciones, muchas de ellas con temáticas propias de la misión.  
 
Antes de la despedida, todos los niños rezaron por las misiones con la ayuda del sacerdote Damián Díaz, delegado de Misiones de la diócesis. En la oración, el delegado leyó a todos los participantes una carta del obispo, monseñor Gerardo Melgar, que ensalzó la tarea misionera. De este modo, animó a los niños a imitar a quienes dan a conocer el mensaje de Cristo en otros países, «personas generosas que están respondiendo al mandato de Jesús, que les ha dicho: Id por el mundo entero y enseñad a los que no me conocen todo lo que yo os he enseñado, que yo estaré con vosotros».
 
Para ayudar a los misioneros, el obispo invitó a los niños a «pedir mucho por los misioneros que están lejos de su familia, de su pueblo y de los suyos». Pero además, el lema de la jornada pide «no solo que recemos por los que están lejos misionando, sino que nos atrevamos a ser nosotros misioneros, cada cual donde está viviendo y con quien está viviendo».
 
Esta es la novena jornada de este tipo que se celebra y que, desde el comienzo, es un éxito de participación entre los más pequeños de las parroquias de la diócesis.