En la solemnidad de Epifanía celebramos
la Manifestación del Salvador a todos los pueblos. Esta fiesta se
celebra al inicio del año y es un toque inicial de atención para sacudir la
conciencia misionera, que brota de nuestro bautismo y ser iglesia. "Sin la
dimensión misionera, una comunidad parroquial o diocesana corre el riesgo de
perder la calidad de su vida cristiana. Se hace autorreferencial, como
dice el papa Francisco, y por tanto será muy buena, pero ha perdido la esencia
y el fin para lo que está llamada a ser.
Un año más el 6 de enero
llama a nuestras puertas. En este día se celebraba la "colecta contra la
esclavitud" (Pro Afris).
En 1957 la
Conferencia de metropolitanos españoles, antes de constituirse, por tanto, la
Conferencia Episcopal Española acordaba de celebrar el "Día anual del
Seminario Nacional de Misiones". El 30 de abril de 1958, la Congregación
para la Evangelización de los pueblos encargaba al IEME la organización de la
colecta pontificia del 6 de enero que se orientaría los catequistas nativos, es
decir a los laicos que desbrozan los caminos de la Misión. Facultaba al IEME
para que parte de la colecta se invirtiese en la Animación misionera. Así se
hizo saber también a los obispos por carta el 21 de noviembre de 1958. La parte
de la colecta correspondiente a los catequistas se entrega a la Congregación para la Evangelización
de los Pueblos y la otra
parte se aplica a las necesidades de la Animación Misionera de la Iglesia en España.
Agradecemos profundamente el
importante apoyo económico que se brinda. Entendemos que son fechas en que las
economías familiares caminan cuesta arriba. Por eso entendemos mejor el
sacrificio que hacen y lo agradecemos doblemente. Además de esta ayuda material
nos fortalece pensar que nos apoyan en la oración, compartiendo con nosotros el
caminar misionero, compromiso que viene de nuestro bautismo.