08/11/2018

"JUNTO A LOS JÓVENES, LLEVEMOS EL EVANGELIO A TODOS"

Mª del Prado, Fernández Martín. Misionera Comboniana.
Extraído del Boletín Informativo de las Misioneras Combonianas Más Lejos. 

En este  mes de octubre de 2018 se celebrará en Roma el Sínodo para los jóvenes con un tema de fondo muy definido “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” Y pensado en los jóvenes y ente momento tan particular para ellos y para la Iglesia en general, el Papa Francisco nos dirige el mensaje del Domund para este año.  
El Papa sitúa a los jóvenes como protagonistas en el anuncio misionero “junto a los jóvenes, llevemos el Evangelio a todos”. El cambio de visión es muy particular porque los jóvenes en la Iglesia nunca parecen haber tenido un lugar demasiado relevante. El Papa nos invita a evangelizar todos juntos, jóvenes, niños adultos…El sínodo de los jóvenes se presenta como un momento carismático para todas las comunidades eclesiales.
Son varios los puntos que podemos señalar en este mensaje del Domund de este año.
“Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo “(EG.Nª273). Este es un tema que el Papa suele repetir una y otra vez. No se trata de “tener una misión”, sino que tener conciencia de que “soy una misión”. Cada uno de nosotros especial por esa iniciativa particular de Dios cuando nos pensó y nos llamó a la existencia. Esa especial llamada nos hace vivir la vida
agradecidamente y con una serena alegría.
No tengáis miedo de Cristo y de su Iglesia”, son palabras textuales que el Papa nos dirige en su mensaje. Cristo es el tesoro capaz de llenar de sentido la vida de cada persona. Sólo por él muchas personas han sido capaces de darse generosamente, sin límites, con un amor difícil de comprender para quien no cree. Es una invitación a vivir la vida, el momento presente teniendo en cuenta lo que Cristo haría si estuviese en mi lugar.
Esta fe en Dios, en su Iglesia y el amor al prójimo son capaces de generar comunión entre las diferentes generaciones. Y esta comunión genera a su vez una nueva corriente de fe que nos hace salir de nosotros mismos para vivir la vida con alegría, con plenitud en el encuentro con los demás. El testimonio y el anuncio nacen del encuentro con el otro. Esa es la misión a la que todos estamos llamados: anunciar y testimoniar a Cristo en las periferias de la humanidad, en los ámbitos en lo que la fe ya no es relevante.
Para los jóvenes, las nuevas periferias pasan hoy día por las redes sociales. Se puede y se debe evangelizar en la red, pero el Papa no recuerda que aunque podamos y debamos hacerlo así y aunque tengamos muchos seguidores en la red, lo importante es la comunicación con las personas, las relaciones interpersonales que se generan en el anuncio del evangelio. El don de sí mismo como respuesta a la vocación para la cual Dios ha llamado a cada uno. El Papa nos lo recuerda con estas palabras “Para un joven que quiere seguir a Cristo, lo esencial es la búsqueda y la adhesión a la propia vocación”.
El mensaje termina agradeciendo todas aquellas manifestaciones que en la Iglesia nos ayudan a dar lo mejor de nosotros mismos. Una de ellas es el voluntariado como expresión de don de sí a los demás. Todos podemos aportar algo de lo que somos y tenemos a la evangelización “Nadie es tan pobre que no pueda dar lo que tiene, y antes incluso de lo que es”. Este octubre misionero vivido bajo el signo del Sínodo de los jóvenes es una oportunidad para crecer como discípulos misioneros, “más apasionados por Jesús y su misión, hasta los confines de la tierra