• JORNADA DE VOCACIONES NATIVAS 2024


    Hágase tu voluntad. Todos discípulos, todos misioneros
  • ENCUENTRO DE JÓVENES 2024


    ¡Apúntate!
  • MEMORIA DE ACTIVIDADES


    Mira todo lo que hicimos en 2022
  • MEDITACIÓN DIARIA


    ¡Reza con nosotros por las misiones!
  • SUPERGESTO


    La revista para jóvenes, ahora en formato 100% digital

09/06/2011

"RESPONDER A UN REGALO Y COMPARTIRLO CON OTROS"

Carmen Pilar Burillo Martínez. Voluntaria en Guatemala
En verano de 2008, solicité ir a Guatemala al proyecto de Apoyo Escolar, a la Parroquia de S. Juan de la Cruz, donde está Pedro Jaramillo. Lo que esperaba, mi objetivo, era simplemente “estar”. Es lo que puedo aportar como respuesta al amor de Dios que voy conociendo poco a poco a través de la Iglesia: “Responder a un Regalo y compartirlo con otros, aquí en Guate o donde sea”.
El proyecto en el que me integré con otros jóvenes de la diócesis en julio de 2008 fue “Apoyo escolar” en las Escuelas de la Zona 7 de la Ciudad de Guatemala donde está la parroquia, dentro de un Proyecto de Prevención del Riesgo Social, mucho más amplio y que dura durante todo el año. En el apoyo escolar, lo que hacíamos era reforzar en lenguaje y matemáticas a los alumnos que tenían más dificultades para que sacaran adelante su curso. En 2009 volví también un mes con jóvenes también de la diócesis que iban al proyecto de apoyo escolar, pero yo fui como trabajadora social, que es lo mío, y Pedro me embarcó en un proyecto comunitario de instalación de contadores en el asentamiento Villas de la Esperanza, que estaba debajo de la parroquia. El sueño de poner luz eléctrica a ocho familias, se cumplió y después de trabajar mucho juntos (reuniones, trabajo en común, instalaciones, papeleos…), las ocho familias tuvieron electricidad (todo sea dicho, a precios prohibitivos para el nivel de vida guatemalteco, impuestos por una multinacional española, EEGSA) hasta que la Tormenta Ágatha en el 2010 hizo desaparecer este asentamiento.
Desde 2009 no he vuelto a Guate, mantengo poquita relación con los compañeros guatemaltecos y españoles, alguna vez nos escribimos por internet, pero menos de lo que debería. Del “estar” en Guatemala, con los demás jóvenes de la Diócesis, con Pedro, y sobre todo con los guatemaltecos (y que son los verdaderos agentes de cambio del país), una no vuelve mirando la realidad igual: Te sientes parte de la Misión de la Iglesia, aquí y allí, destinataria del mensaje de Jesús y a la vez enviada, agradecida y alegre.