Monja concepcionista
Campo de Criptana
Querido D. Damián: Que el gozo y la paz del Señor estén en su alma.
Acaba de llegar la propaganda de las Misiones y, aprovecho la ocasión para agradecerle que nos hace participes de la Misión de la Iglesia, de la cual nos sentimos realmente responsables y colaboradoras con la misma. Que todos los hombres conozcan y amen a Dios y entre sí. La oración y el amor es nuestra fuerza y nuestra debilidad. Oración humilde y confiada. Esto se nota, y para El, nada hay oculto, ¡Animo Damián!.
Nos encomendamos...
¿No hay ninguna vocación de los 5.000 y 3.200 chicos y chicas que se levantaron en la Asamblea para decir que tienen vocación?. Nosotras las recibiríamos con mucho gusto si es que de verdad quieren entregarse al Señor. Nos preocupa que en pueblos tan religiosos y cooperadores a cualquier evento de carácter religioso o similar, siempre disponibles sin interés personal solo por hacer el bien a quien sea y como sea. ¿ Es que no ven en nosotros más que buenas palabras y no hechos?. ¡Dios mío, muéstranos qué debemos hacer!. Bendícenos. . Un abrazo de todos.