Me llamo María del Prado Fernández y soy Misionera Comboniana. Después de
haber trabajado 14 años en el Chad, ahora me encuentro en la República
Democrática del Congo, y concretamente en la ciudad de Isiro en el noreste del
país Estoy aprendiendo la lengua y metiéndome en el ambiente. Por el momento me
dedico a ver las necesidades de las mujeres, que son muchas y de los jóvenes.
Trabajo también en la comisión Justicia y Paz, curso de ordenador en la
parroquia, formación de líderes...
La vida no es fácil, pero eso es como en todos sitios, ¿dónde no hay
problemas? Lo peor en esta zona son las carreteras. Nos desplazamos en moto y
con un chófer. Es literalmente imposible circular sola a causa del mal estado
de las mismas. Sin embargo vivir la vida con y para Jesús es una experiencia
maravillosa.
Quisiera solamente transmitiros mi alegría por vivir esta vida. Después de tantos años desearía, como decía Daniel Comboni, tener cien vidas para dedicarlas todas a la misión. Yo solo tengo una, quizás alguno de vosotros se anime a completar ese número"