“Pido al Señor que nadie llamado al sacerdocio o a la vida religiosa en tierras de misión quede excluido por falta de recursos materiales o económicos”(San Juan Pablo II)
Las vocaciones
que surgen en los Territorios de Misión son
la muestra de que el Evangelio ha arraigado
plenamente en una cultura y tiene sus frutos propios.
Muy
a menudo las vocaciones que
surgen en los Territorios de Misión tienen
serias dificultades para seguir adelante en su formación por problemas
económicos. Es frecuente que un joven africano no
pueda costearse los estudios del seminario; puede ocurrir que un convento en
Asia a duras penas pueda mantener a las novicias que entran. San Juan Pablo II,
consciente de la importancia de estas vocaciones, animaba a la Iglesia a
ayudarles: “Pido al Señor que nadie llamado al sacerdocio o a la vida religiosa
en tierras de misión quede excluido por falta de recursos materiales o económicos”. Es
una nueva oportunidad para vivir la caridad
cristiana.