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25/06/2015

"BUKU MOKO, NA MABOKO". UN LIBRO SIEMPRE EN LA MANO.

Mª Prado Fernandez. Misionera comboniana en Isiro.(R.D.C)

Un año más hemos celebrado el Día Mundial del Libro. La fecha, el 16 de junio, no coincide realmente con la fecha oficial que la ONU propone cada año, el 23 de abril, ¡pero eso no nos importa! Lo que realmente cuenta es poder celebrarla y poder crear un ambiente propicio para la lectura, para que la gente descubra cada vez más el gusto y el placer de leer.
Los dos años anteriores fuimos los pioneros al crear una iniciativa de este tipo aquí, en la ciudad de Isiro, al Norte de la República Democrática del Congo. La gente lo había apreciado mucho y nos animaban a realizarlo más a menudo. Era realmente interesante, pero nosotros estábamos convencidos de que aquello se quedaba pobre, puesto que éramos solamente nosotros los que organizábamos esa actividad. Había que invitar a otros grupos para colaborar juntos y realizar algo nunca visto por aquí, en Isiro, y casi, me atrevo a decir, algo nunca visto en ningún lugar de este país, la R.D.C.
Nos pusimos en marcha y contactamos otros grupos, realizamos diferentes encuentros para organizar todo… y ¡listos, pues, para la fecha del 16 de junio! Éramos conscientes de que la fecha no era la mejor, pero teníamos que arriesgar.
Quisimos cambiar el lugar de la exposición respecto al de años anteriores. Elegimos el centro de la ciudad, en un cruce por donde pasa todo el mundo. El alcalde de la ciudad, se sorprendió cuando fuimos a verle y exponer nuestro proyecto. Pero desde el inicio él nos apoyó en todo momento y agilizó todos los trámites burocráticos.
Los días que precedieron el 16 de junio nos dedicamos a sensibilizar la población a través de la radio, los contactos personales, hojas de información, etc. ¡Cuántos kilómetros en moto para ir de un lado a otro en la ciudad!
El eslogan que habíamos elegido era: « Buku moko, na maboko », en lingala, que quiere decir « Un libro siempre en la mano », para significar la importancia de la lectura cada día.
El día 16 salimos de casa a las 6h de la mañana, para montar la caseta. Nos llevó tiempo y energías. Cada grupo organizaba su caseta tal y como lo consideraba mejor y exponía su material. Ya, desde muy temprano, cuando iniciábamos a penas a sacar los libros, la gente venía a vernos, sorprendidos, de una tal actividad tan pronto, a las 7 de la mañana. Se paraban para ver y comprar algún libro que llevarse al trabajo. ¡No se sabe nunca lo que va a pasar!.
Éramos cuatro grupos: una ONG (AFIA-Salud), la librería de la diócesis, una escuela que dispone de algún que otro material (Escuela IMI) y nosotros, el grupo de Animación Misionera de la parroquia. Era realmente interesante vernos todos juntos por una misma causa. ¡Difundir la pasión por la lectura!
Hacia las 12 del mediodía el cielo se puso negro y temíamos lo peor: la lluvia. Efectivamente esta hizo acto de aparición con mucho ruido. Tuvimos que proteger todo con rapidez para evitar que los libros se estropearan. La gente desapareció al instante. Pero por suerte para nosotros, la lluvia no duró mucho tiempo y enseguida la gente regresó a visitar las casetas como si no hubiera pasado nada. Quienes venían se sentían a gusto visitando las diferentes casetas, mirando y comprando uno o varios libros.
Fue un día de alegría, de entablar amistades, de conocer a gente… un día simplemente de fiesta, teniendo como punto en común, ¡un libro a la mano! Y a esta fiesta nos invitaba la música que nos animó durante todo el día.
Fue un día de alegría, de entablar amistades, de conocer a gente… un día simplemente de fiesta, teniendo como punto en común, ¡un libro a la mano! Y a esta fiesta nos invitaba la música que nos animó durante todo el día.
Al caer la tarde estábamos bien cansados, pero muy satisfechos por esta iniciativa. También por tantas personas como habían pasado a saludar, a contactarnos, a interesarse por los libros… Creemos que vale la pena arriesgar por actividades nuevas y sobre todo por la promoción de la lectura, puesto que ello quiere decir promover la cultura y formarse a sí mismo.