Dora Rivas. OMP.
El 18 de octubre, día del DOMUND, serán canonizados los padres de Santa Teresa de Lisieux. Empezamos pues este mes misionero recordando a las familias misioneras que, cada vez en mayor número, generan vida más allá de la intimidad de su hogar.
Octubre se alza sobre el resto de los meses del año como el
gran tiempo de las misiones. Se inicia hoy, 1 de octubre, con la fiesta de la
patrona de las Misiones, santa Teresita de Lisieux, y tendrá uno de sus hitos
el domingo 18, con la Jornada Mundial de las Misiones, que en España llamamos
DOMUND. Ese día será también, providencialmente, en el que la Iglesia canonice
a los padres de nuestra patrona.
Santa Teresita no se equivocó al decir: “Dios me ha dado un
padre y una madre más dignos del cielo que de la tierra”. Sin la santidad de
este matrimonio, que ha pasado hasta ahora inadvertida, tal vez no tendríamos
una santa de la categoría de santa Teresita. La vida doméstica de Louis Martin
y Zélie Guérin, que transcurrió en la sencillez del trabajo, la oración y el
amor, anuncia con fuerza elocuente la importancia de las familias en un mes en
el que la Iglesia tratará este tema crucial en un Sínodo ordinario.
La familia Martin-Guerin, que ahora se reencontrará en el
cielo con su hija Teresita, patrona de las Misiones, nos ayuda a pensar también
en tantas familias misioneras que, cada vez en mayor número, generan vida más
allá de la intimidad de su hogar.