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03/02/2016

DOY GRACIAS PORQUE SOY MISIONERA EN UN PAÍS POBRE DONDE ME SIENTO ENTRE LOS MÍOS.

Mª del Carmen Avilero Nieto. Religiosa Teatina en Benin. 

Señor, me piden que escriba sobre los motivos para darte gracias...¡Qué difícil y qué sencillo ! Tengo tantas y tantas cosas que agradecerte...¿por dónde empezar?
Aparte de la vida, la salud...siento que lo más importante en mi vida es la VOCACION, la llamada no entendida con los oídos sino sentida muy dentro, como una decisión irrevocable no mía sino tuya.

Esta llamada, esta convicción profunda, esta seguridad que he sentido desde siempre de querer seguirte, de amarte más que a nada ni a nadie, de verte y servirte en los más pobres, en los más necesitados de entre los que me rodean...esto que sentía cuando era niña y que sigo sintiendo ahora ya en la "tercera edad" y que llamamos vocación, esto es mi alegría y mi felicidad; lo que me llena de paz y me hace cada día darte las GRACIAS desde lo más profundo de mi corazón.

Y todo lo demás es simplemente una consecuencia: a mi pequeña respuesta le sigue tu Respuesta, tu Cariño, tu Gracia, tu Ayuda.
Si, Jesús, gracias por este Cariño y esta Ayuda que siento en las pequeñas dificultades de cada día, gracias por todo lo que me has dado y me das. por cada una de las comunidades y los trabajos que he tenido, por las personas que me han ayudado y por las que ayudo. Gracias también por los momentos difíciles y penosos que me han ayudado a madurar y en los que te he sentido tan cercano.
 
En realidad en mi vida no hay sino un GRACIAS muy grande a ti y a María por quererme, porque os quiero...
Y un GRACIAS muy especial porque soy misionera en un país pobre donde me siento entre los míos.

Los niños del hospital y otros muchos  a los que ayudamos no saben escribir en español, pero al preguntarles por qué ellos dan gracias a Dios esto es algo de lo que me han respondido:
"Yo doy gracias a Dios porque antes no podía andar y ahora ya ando con muletas y pronto me iré a mi casa"
(Yinti, 10 años, le han cortado una pierna)
"Gracias a mi padrino porque si no yo no podría ir a la escuela y ser un hombre sabio" (Hamidou, 12 años)
"Yo estoy contenta porque ya tengo unos aparatos nuevos que me ayudan a caminar derecha y ya no me duele la espalda" (Ponague, 7 años)
"Gracias a Dios y a María porque aqui en el hospital me cuidan muy bien y me estoy curando" (Kouagou, 12 años)
"Gracias por los zapatos que me has dado"(Baké, 5 años)

"Le doy gracias a Dios porque mi mamá pronto se va a curar y podremos ir a casa"(Karim, 9 años, cuida a su madre, operada de cáncer)