• JORNADA DE INFANCIA MISIONERA 2024


    Comparto lo que soy
  • CONCURSO INFANCIA MISIONERA 2024


    ¡Participa!
  • MEMORIA DE ACTIVIDADES


    Mira todo lo que hicimos en 2022
  • MEDITACIÓN DIARIA


    ¡Reza con nosotros por las misiones!
  • SUPERGESTO


    La revista para jóvenes, ahora en formato 100% digital

05/02/2016

¡GRACIAS, DIOS BUENO!. DESDE CUBA.

Francisco Javier Chamero. Misionero Pasionista en Cuba. 
Es difícil transmitir lo que uno siente cuando trata de dar a entender esa actitud de agradecimiento, esa expresión de relación con Dios unido a los demás hermanos que a uno le rodean y que le ayudan mucho a tener ese sentimiento tan bonito y tan bueno.

¿Cómo puedo expresar esa actitud de dar gracias, cómo lo vivo y lo siento?

Todas las mañanas cuando me despierto siempre sale esa expresión de ¡GRACIAS!, dirigida hacia Dios. Pero de momento se hace como una imagen en mi cabeza donde aparece el regalo de la vida, la familia en la que he nacido, mis padres, mis hermanos, la gente con la que he convivido en mi pequeño pueblo, las personas que me han ido orientando en la opción de mi vida, los ratos que he pasado y que paso con mis amigos y amigas, las personas que te hacen posible el ir desarrollando toda tu entrega, que te facilitan y te hacen la vida agradable; también está en esa imagen los momentos que no son tan dulces y que te ayudan también a vivir esa actitud de agradecimiento. Como ven se presenta toda la trayectoria de mi vida, de mi historia personal desde que nací hasta este momento que estoy viviendo en Cuba. Y aquí en Cuba doy gracias por la vocación que Dios me ha regalado, por los dones que ha puesto en cada persona con la que convivo cada día, que son situaciones difíciles, situaciones en las que diariamente se están esforzando por tener una vida más digna; por los niños y niñas que están en mi vida, que uno ve que con poca cosa se contentan y viven felices, por los mayores que con sus ojos ya apagados pero brillantes te brindan toda su vida, y en medio de su necesidades siempre tienen esa mirada de amor, de agradecimiento. Y en todo esto no olvido que está Dios con ese amor que nos tiene y que quiere que lo demos también a los demás en el transcurso del día, de cada momento, sin pretensiones grandes, sino el vivir cada momento con esa intensidad de entrega generosa, desinteresada y puesta en las manos de Dios que tanto nos ama.


Así va transcurriendo lo cotidiano, y cuando llego a la noche recupero esa imagen que les decía al principio, pero ahora le añado todo lo vivido en el día, los momentos que han sido agradables junto con las personas que he compartido, pero también los que no han sido tan agradables junto  con las personas que no he sabido expresarles esa actitud de agradecimiento, y brota de nuevo ese sentimiento de sentirme acogido por Dios, de estar seguro de su perdón y de agradecerle todo lo que he vivido durante el día. Termino siempre con la oración del Padre Nuestro y el Ave María siempre en actitud de agradecimiento.
Esto es lo que puedo decirles sobre mi experiencia de dar gracias a Dios, que siempre va muy unido a lo cotidiano, a lo vivido en cada momento. Por eso quiero darles las gracias a ustedes también porque también son parte de la vida que uno realiza en estas tierra y se siente la cercanía de tanta gente que vive su fe en sintonía con lo que uno vive.
¡GRACIAS!
Javi, pasionista, La Habana. Cuba