Sor Consuelo Fernández Misionera Mercedaria de la Caridad en Filipinas
Con mucho gusto y con un corazón agradecido
les digo ¡GRACIAS! Y les pongo unas
líneas desde Filipinas, misión en la que estoy destinada desde hace tres años y
que a pesar de la limitación de los idiomas Inglés y la lengua nacional, el
Tagalo, soy muy feliz y doy gracias a Dios de ser misionera, Mercedaria de la Caridad en este
lugar de Asia y por el apoyo que siento
de mi Diócesis de Cuidad Real
Apostolado
de las hermanas Mercedarias de la Caridad en la
Parroquia Nuestra Sra. de Lourdes
La
comunidad está formada por cuatro hermanas: Una de República Dominicana; otra
del Congo; otra Peruana y servidora Española, de Herencia, Ciudad Real, inserta en una ciudad de Filipinas cerca de la
capital Manila, en Camarín Caloocan. Es un lugar donde las personas son muy
humildes, religiosas y acogedoras, aun en medio de sus privaciones económicas y
problemática familiar, siempre muestran un sentido de cercanía, alegría
y colaboración, lo cual nos permite a la
comunidad ir compartiendo con ellos
en las actividades parroquiales,
siendo presencia mercedaria en medio de
un pueblo sencillo.
La mayoría de sus habitantes son de bajos
recursos, para obtener lo necesario
para el diario vivir tienen que hacer grandes
sacrificios, separándose de sus familias incluso muchos de ellos se trasladan a
las grandes ciudades y a países vecinos en busca de mejores condiciones
económicas, por lo cual no siempre es posible adquirir suficiente remuneración
pues debido a la gran población y las pocas posibilidades de trabajo, no todos
logran un empleo digno y estable.
Existe una
gran población de niños y jóvenes que
carecen de buena y suficiente
alimentación y vivienda y que por falta de
medios financieros no pueden terminar sus estudios. Aunque se recibe
alguna ayuda para programas escolares no
todos pueden obtenerlo, corriendo así la suerte de tener que parar su tiempo de
estudio y lanzarse al mundo del trabajo el cual es muy limitado sólo colaboran con sus familias desde muy
tempranas edades con la venta de pequeñas manualidades
y alimentos típicos que preparan sus padres.
En este
respecto damos ¡MUCHAS GRACIAS! A
nuestra Diócesis de Ciudad Real que este año nos aportó una ayuda para el
programa de nutrición infantil que cada seis meses turnamos las distintas
capillas con un grupo de unos 40 niños de bajos recursos y de bajo peso, para
darles una comida cada día con vitaminas
En el campo de la Salud hay grandes
necesidades, no todos tienen acceso a las facilidades médicas. Muchos de ellos por desnutrición y falta de
atención sanitaria padecen enfermedades tropicales tales como tuberculosis,
dermatitis alérgicas, dengue, problemas dentales y otras infecciones.
Tratamos en
la medida de lo posible apoyar con los proyectos de ayuda a las grandes
necesidades a nivel comunitario y
económicamente con el soporte congregacional y proyectos misioneros que a veces
recibimos ¡GRACIAS, MUCHAS GRACIAS POR
LA COLABORACIÓN DE TODOS! Por ayudar a este pueblo que además de las
necesidades mencionadas y por sus precarias viviendas, sufren con frecuencia
las catástrofes naturales de tifones y lluvias que arrasan con lo poco que
tienen.
En nombre
de la comunidad y de todos los que colaboran con nosotras les deseamos una
FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2016. Nos unimos al Papa en este Año de la
Misericordia pidiendo:
“Que nos convirtamos en
misericordiosos, y que las comunidades cristianas sepan ser oasis y fuentes de
misericordia, testigos de una caridad que no admite exclusiones"(P.
Francisco)
Reciban un fuerte abrazo y nuestras oraciones. Sor Consuelo Fernández MC