Enrique Córdoba Valle. Misionero Diocesano IEME. en Nicaragua.
Hoy hace, casualmente, nueve años
que llegue a Nicaragua, día de mi cumpleaños, 12 de Mayo: ese día – recuerdo
muy bien- desayune en Madrid, comí en el
Aeropuerto de San José de Costa Rica y cene en Managua, en el Seminario de
Fátima, con dos de mis compañeros del Ieme: Tarsicio e Isidoro.
Los
primeros meses los pasé visitando Parroquias, conviviendo, informándome y conociendo mis compañeros sacerdotes,
comunidades, haciendo giras, sintiendo los lomos de las mulas y conociendo la
realidad social y religiosa del país. Unos meses ricos en todos los aspectos
Para
Septiembre ya tenía mi primer destino:
residir en Catedral de Bluefields y acompañar las casi 50 comunidades de sus
bellos ríos y así empecé. Pero, recuerdo muy bien que en la noche del 24 de
Diciembre, antes de la Misa del Gallo,
Monseñor Pablo me dice “… P. Enrique,
quiero enviarte a Kukra Hill a fundar
Parroquia…” y a finales de Enero ya estaba
aquí.
No
había estructuras para iniciar todas las actividades necesarias, solo una
pequeña casita con un baño y una cama, que ocupaban los misioneros cuando
venían aquí o estaban de paso para las comunidades del entorno, el Templo muy deteriorado, treinta y cuatro comunidades que asistir pastoralmente en una
extensión de más de 1.500 Klm2 metidas entre selvas y ríos . Bello reto para mí:
había que construir lo físico, unificar todas las comunidades en una sola
identidad de Parroquia: mitad de las comunidades pertenecían y eran atendidas
por los sacerdotes de Catedral y las otras desde la Parroquia del Rama por los Capuchinos. Muy distinta dinámica de trabajo
pastoral.
Las
comunidades atendidas por el Rama, aunque pertenecientes a la provincia de
Kukra Hill, con grandes sospechas de futuro, por las distancias – muchas horas de
camino hasta llegar aquí- , por el desafío
con su nuevo Párroco, por los estilos tan diversos de trabajo… ahora, había que dar identidad,
esperanza, camino de ilusión, de acompañamiento cariñoso… No fue fácil, pero
hoy, después de casi ocho años, el camino ha sido espectacular a todos los
niveles: misionero, formativo, espiritual, de gran comunión de afectos, de
amistad, de propósitos, de economía
conjunta, de creación de bellas estructuras, - parroquiales y en las mismas
comunidades –todas se han renovado, embellecido, se han puesto a punto en lo
litúrgico ( presbiterios, sedes, sagrarios…), casa curales con camas, baños,
comedores, cocinas… un bello y duro camino recorrido y en unidad de
intenciones. Me siento tan orgulloso de esta Iglesia pobre pero tan rica en
servicios!!! Hoy vivimos en crecimiento, con problemas que no faltan, pero en
una sola dirección y en comunión con toda la propuesta de esta Iglesia tan
peculiar.
Realmente,
he tenido tanta suerte y gracia en mi vida en la vida misionera: Brasil,
Mozambique, los años que pase allí en el Hospital de Puertollano y Argamasilla
de Cva y ahora Nicaragua, que no tengo palabras para agradecer a Dios y la
Iglesia tanta riqueza , experiencia , personas…metida en mi corazón
HOY
Kukra Hilltiene 34 comunidades
campesinas, unos 90 Delegados de la Palabra,
como 200 Catequistas, casi 30 Ministros de la Comunión y la infinidad de
gente en las Directivas de las comunidades, músicos, coros, cocineras….una
Iglesia ministerial, laical, distinta. Yo las visito dos veces al año, pero
ellos, con sus diversos ministerios,
llevan al frente la vida de la comunidad.
Pues
, después de estos casi ocho años, Monseñor Pablo, me ha pedido un nuevo reto:
ser su Vicario de Pastoral, dejar esta Parroquia de Kukra Hill e irme a Bluefields para acompañarlo y crear
otra nueva Parroquia, el premio a mi jubilación, que será el año que
viene…qué os parece? Bonito verdad? Jejejeje
Pero
la misión está cumplida y me marcho feliz…la misión encomendada de poner las
bases para el trabajo parroquial y dejar todo preparado para el clero
local, se realizó y mañana llegara un
padre nativo y se encontrara con las estructuras físicas terminadas y
las pastorales en buen camino, la
economía de la Parroquia bien asentada y ya auto-sostenible en lo básico, los
talleres de formación en un alto ritmo, la misión organizada, los Consejos
funcionando, la espiritualidad en crecimiento con la insistencia de la oración
en familia, la importancia del Domingo, etc. El ambiente de cariño, comunión,
intensidad… entre la mayoría, realmente es muy bello. Total…MISIÓN CUMPLIDA!!
Y
YO MUY FELIZ de poder colaborar con esta Iglesia local tan necesitada y hacer
camino con ella, como misionero de Ciudad Real.
Hoy,
ya para terminar, esta Diócesis de casi 30.000Klm2 – Diócesis y media de C. Real - tiene diez Parroquias, el Obispo, trece sacerdotes,
dos diáconos, 500 comunidades, unos 1300 Delegados de la
Palabra, como 3500 catequistas, unos 400 Ministros de la Comunión…los números
hablan como veis.
El
trabajo hay que hacerlo en mulas o en botes por los ríos…. vale la pena!!
Y
más pena que estos momentos estemos
viviendo una situación de grave conflicto entre el Gobierno y el pueblo. Ya con
74 muertos, más de 800 heridos,
permanentes enfrentamientos…la gente pide Democratización y fuera dictadura de
Ortega y señora que todo lo tienen en sus manos. Realmente Nicaragua en estos
años ha crecido, después de tanto sufrimiento, pero necesita madurar y seguir
creciendo.
Pues
un fuerte abrazo a todos y VIVA LA IGLESIA MISIONERA!!