Sor Consuelo Fernández- Mercedaria de la Caridad. En Filipinas.
“SÉ VALIENTE LA MISIÓN TE ESPERA” es un hermoso lema en estos
tiempos que el confort y el bienestar llama a nuestras puertas y tenemos la
tentación de cerrar los ojos a tantas necesidades y tanta necesidad de Dios
como viven nuestros pueblos y países.
Le cuento que Filipinas es un País muy rico en hospitalidad, en fe, en
generosidad y muy sufrido por diversas causas como son los desastres climáticos
que cada año arrasan con la vida de
muchas familias y con sus pequeñas posesiones.
Mi comunidad está ubicada en una ciudad de Filipinas
cerca de la capital Manila, en Camarín Ciudad de Caloocan, insertas en nuestra
Parroquia “Nuestra Señora de Lourdes” Es un lugar donde las personas son muy
religiosas y acogedoras, aun en medio de sus privaciones económicas y
problemática familiar, siempre muestran un sentido de cercanía, alegría
y colaboración, lo cual nos permite a la
comunidad ir compartiendo con ellos
en las actividades parroquiales,
siendo presencia mercedaria de la
Caridad en medio de un pueblo sencillo y humilde.
La mayoría de sus habitantes son de bajos
recursos, para obtener lo necesario
para el diario vivir tienen que hacer grandes
sacrificios, separándose de sus familias incluso muchos de ellos se trasladan a
las grandes ciudades y a países vecinos en busca de mejores condiciones
económicas, lo cual no siempre es posible adquirir suficiente remuneración pues
debido a la gran población y las pocas posibilidades de trabajos, no todos logran
un empleo digno.
Existe una gran población
de niños y jóvenes que carecen de buena y suficiente alimentación y
vivienda y que por falta de medios
financieros no pueden terminar sus estudios. Aunque se recibe algunas pequeñas ayudas
para programas escolares no todos pueden obtenerla, corriendo a si la suerte de
tener que parar su tiempo de estudio y lanzarse al mundo del trabajo el cual es muy limitado sólo colaboran con sus familias desde muy
tempranas edades con la venta de pequeñas manualidades
y alimentos típicos que preparan sus madres.
En el campo de la Salud hay grandes
necesidades, no todos tienen acceso a las facilidades médicas. Muchos de ellos por desnutrición y falta de
atención sanitaria padecen enfermedades tropicales tales como tuberculosis,
dermatitis alérgicas, problemas dentales y otras infecciones.
En colaboración con la parroquia y un equipo de voluntarios, hermanas,
doctores, enfermeras, apoyamos un
programa de salud en un pequeño dispensario que nuestra congregación construyó y que nos permite, a
la vez que vamos conociendo la cultura filipina, remediar, en la medida de nuestros alcances algunas situaciones
físicas. Este pequeño equipo ofrece gratuitamente
sus servicios en los horarios disponibles de sus respectivos trabajos
Son muchas las tareas pastorales y necesidades
que diariamente surgen a nuestro alrededor y que la comunidad se siente impactada y limitada
para acudir a tanta necesidad. Nos vamos
integrando paulatinamente en las actividades de la parroquia. Participando en
los programas de alimentación nutricional; compartiendo con las familias en las
comunidades de base; durante los fines de semana la comunidad se desplaza a los
diferentes barrios para participar de la
Eucaristía con las comunidades sencillas de los diferentes lugares, Misas en la
calle…
Colaboramos
en la catequesis de niños y jóvenes en la parroquia, en la pastoral
juvenil vocacional. Los domingos tenemos tarde de oración y formación con
adolescentes. Participamos en las actividades del equipo de animación misionera
de la Diócesis Impartimos clase es Español para los Jóvenes del programa de becas
escolar que financia la parroquia Nuestra Sra. De Lourdes para que tengan
acceso a algún puesto de trabajo en restaurantes o algunos centros de
diferentes lenguas.
Contamos con un grupo de Laicas mercedarias que a la
vez que se forman en nuestra identidad carismática nos ayudan en nuestra
misión. Todas estas y otras actividades
las vamos integrando en nuestra comunidad
conociendo la cultura y los
idiomas, Ingles y Tagalog, que habla el
país.
Tratamos, en la medida de lo posible, apoyar los
proyectos de ayuda a los necesitados a
nivel comunitario y económicamente con el soporte congregacional de Proyectos
Misioneros que nos brindan su apoyo económico, gracias también
a la ayuda que nos brindó el año pasado nuestra
Diócesis de Ciudad Real y algunas
familias amigas de Herencia, pudimos
comprar útiles escolares para los
niños, sufragado los gastos de hospitalización y medicina a algunas familia, reconstrucción
de algunas viviendas que por causa de las inclemencias del tiempo fueron
destruidas y colaborar en el programa de nutrición infantil. Por lo cual aprovechamos este medio para
decirles una vez más GRACIAS A CUANTOS
COLABORAN para que podamos ser merced de Dios junto a los necesitados en estas
tierras filipinas, donde intentamos
hacer posible el sueño del Beato Zegrí, nuestro Fundador: “No dejar si posible fuera en todo el mundo un solo ser abandonado,
afligido, desamparado y sin recursos.”.
En esta
novena de nuestra Madre de la Merced
cuenten con nuestras oraciones, que Ella interceda para que todos SEAMOS
VALIENTES Y RESPONDAMOS A TANTA MISIÓN DONDE LOS PRIMEROS BENEFICIARIOS SOMOS
LOS QUE RECIBIMOS DE DIOS LA GRACIA DE PODER ALIVIAR, DESDE NUESTRA
POBREZA, EL DOLOR DE NUESTROS HERMANOS.
Sor Consuelo
Fernández- Mercedaria de la Caridad