Francisco Javier Chamero Bravo, pasionista.
¿Cómo ha afectado el
Covid-19?
El Salvador es un país con
alrededor de 6 millones doscientos mil habitantes. El número de infectados es
sobre 29.000 y de fallecimientos, hasta la fecha, como 900. Nosotros estamos en
Mejicanos, municipio de la capital,de los más pobres, ha sido de los más
afectados a todos los niveles. Junto a la pandemia se ha juntado la pobreza, la
violencia, la falta de alimentos, de atención médica, el cierre de colegios, despido de trabajos,… un sinfín de elementos
que ha perjudicado y que hoy están. El
confinamiento comenzó el 12 de marzo y lo levantaron el 24 de agosto, todo sin
regular porque los poderes políticos no se ponen de acuerdo, está dejado todo a
la voluntad del ciudadano, lo que ello conlleva. Hoy día en nuestra zona ha
aumentado la pobreza y las necesidades: familias sin ninguna ayuda, violencia
familiar y de pandillas y de los cuerpos de seguridad, zonas sin acceso a agua
potable, niños-as sin poder acceder a internet para la clases que están
suspendidas, viviendas precarias (el 10 de junio hubo una tormenta que arrasó
con las casas), mayores sin atención médica… muchas cosas que están, pero que
no nos paralizan, al contrario, nos empujan a ponernos junto a los necesitados
y estamos dando respuesta.
¿Qué estamos haciendo como Iglesia?
Decir que quien primero dio
respuesta frente a los afectados fuimos nosotros como parroquia, antes que la
alcaldía y el gobierno. Los agentes de pastoral de las Comunidades Eclesiales
de Base comenzaron a actuar, identificaron las necesidades y las familias y
fuimos viendo la realidad. La respuesta inmediata, y que hoy sigue, es la
atención a necesidades primarias como es alimento, medicina, ropa e higiene.
Todo gracias a las ayudas que llegan a proyectos, entre ellos muy agradecidos
por el aporte de Misiones de Ciudad Real, por medio del padre Damián, hemos podido
responder a estas urgencias, junto con otras ayudas, que se están atendiendo
como mil familias. Los proyectos que teníamos están dirigidos a esta tarea de
atención. En octubre emprenderemos una acción de reactivar los negocios
pequeños de familias con ayudas para que puedan empezar sus trabajos que le
posibilitan el poder ganar su pan. Decir que no hemos dejado de acompañar al
pueblo por medio de transmisiones por
internet de celebraciones, de la forma que mejor podíamos. Se ha visto mucha
solidaridad de las personas que aportan alimento, ropa, dinero para los
necesitados de otras zonas parroquiales, se ve la solidaridad y fraternidad de
los pobres. (Francisco Javier Chamero
Bravo, pasionista. 24 de septiembre de
2020)